lunes, 12 de agosto de 2013

Monito no está (2)

Niña Gigante estaba sentada bajo un árbol, a la sombra, rodeada de todas las flores de mil o dos mil colores que había recogido durante tanto tiempo para dar una sorpresa a Monito. Sentada bajo un árbol y algo preocupada, bueno, bastante preocupada, nunca nunca nunca jamás le había pasado eso con su amiguito, nunca antes, y era muy muy raro. Niña Gigante estaba segura de que algo había tenido que pasar. Lo que no sospechaba era lo que le había pasado a Monito.

Abrió el tarro dorado de miel dorada que llevaba bajo el brazo para las meriendas con su amiguito, y untó un dedo en la miel para empezar a comer, cuando ¡¡¡de repente!!!

- ¡Los gnomos! - gritó emocionada - ¡¡¡los gnomos, los gnomos!!! claro, claro Niña Gigante - se decía a si misma - claro Niña Gigante ¿para qué tengo mi cabecita? ¿cómo no se me había ocurrido antes? claro, claro, claro ¡nuestros amigos los gnomos! a los que les gusta tanto la miel, claro, recuerdo que conocimos una pareja de gnomos que eran unos gnomos muy muy muy amigos, gnomo y gnoma, que tenían una agencia de detectives, ellos sabrán, ellos sabrán qué ha pasado con Monito, ¡¡¡claro!!!

No tardó ni un solo segundo en subir a un tren y buscar a los gnomos detectives, llevando una mochila con tarros de miel para poder pagarles. La agencia se llamaba "J y J: resolvemos todo" y no pasó mucho tiempo hasta que la encontró, tenía una pizarra enorme en la puerta, una pizarra donde los clientes iban escribiendo sus dudas y casos para que ellos pudieran resolverlos, pero esta vez Niña Gigante necesitaba verlos al momento, el caso de Monito era urgentísimo, así que llamó a la puerta y sin esperar entró en la agencia, nerviosa como estaba.

La parejita de gnomos casi se cae de culo del susto al ver entrar a Niña Gigante de esa manera, y a punto estuvieron de echarla a la calle, hasta que vieron que llevaba una mochila por la que asomaba la tapa de un tarro de miel. Así que se presentaron y preguntaron:

- Buenas tardes muchacha, imagino que sabes a donde vienes, somos Joss y Joan, detectives privados, y por la cara que traes de preocupación, creo que tienes un problema entre manos, y unos cuantos tarros de miel.

- Hola, hola, perdón, perdón por entrar de esta manera - farfullaba casi Niña Gigante, que apenas solía farfullar - pero es que estoy preocupadísima, preocupadísima - casi se le salían las lágrimas a la pobre - resulta que mi amigo, mi amiguito Monito, ha desaparecido, y no suele desaparecer nunca, siempre me dice dónde va, de dónde viene, siempre me está esperando, siempre lo tengo a mi lado, y llevo toooooodo el día sin verle, tooooodo el día sin saber de él, y no sé qué pasa, seguro le ocurrió algo muy malo, o no, pero algo le ocurrió seguro, y - siguió y siguió Niña Gigante.

Joan, que era una gnoma muy tranquila, le dijo con palabras de calma a Niña Gigante: 

- No te preocupes Niña Gigante, sea lo que sea lo que ha pasado, Joss y yo, le encontraremos, y además, te diré una cosa, seguro que no ha ocurrido nada, seguro que es una tontería, que se ha despistado, o que se ha quedado dormido, pero seguro seguro que no ha pasado nada, venga, vamos a buscarlo, ven con nosotros.

Niña Gigante con la ayuda de J&J encuentran a Monito
Joan y Joss cogieron dos lupas enoorrrrrmes para buscar rastros de Monito en el bosque, no sin antes haber guardado en un gran armario todos los tarros de miel que Niña Gigante había llevado. Caminaban los tres mirando el suelo, mirando los árboles y los ríos que se cruzaban en el camino, cuando de repente:

- ¡¡¡Aha!!!! - gritó Joss - ¡¡¡Aha, aha, aha!!! - volvió a gritar.

- Hummmm - dijo Joan - hummmmm, hummmmmm, hummmm, creo que es una pista, sí, sí, definitivamente es una pista, seguro.

- ¿Qué pasa? ¿qué pasa? ¿qué visteis? ¿lo habéis encontrado? ¿qué es lo que pasa? - Niña Gigante se estaba poniendo muy nerviosa porque los dos gnomos nada decían aparte de aha y hummm, y ella quería saber algo de su amiguito cuanto antes.

- Mira Niña Gigante - le explicó Joss - ¿qué es lo que ves justo aquí? - dijo señalando con un dedo detrás de la raíz de un árbol muy muy grande.

- Pues no veo nada, nada, de nada, hierba, flores de colores, una rana que acaba de dar un salto, una libélula de muchos colores, una cáscara de plátano... ¿Una cáscara de plátano? hummmmmmmm Monitooooooooooooooooo - comenzó casi a reir Niña Gigante, que se encontraba entre feliz y enfadada - Monitooooooooooooo - empezó a llamar.

Siguieron el rastro de cáscaras de plátano durante más de una hora, y cada vez encontraron más y más y muchas más, hasta que dieron con un montón de cáscaras encima de la hierba, no muy lejos de donde Niña Gigante había estado recogiendo flores durante todo el día. 

Monito estaba justo al lado de la montaña de cáscaras de plátano, tumbado sobre su espalda y con una tripita tres veces más grande de lo que Niña Gigante recordaba, no era una tripita, era una señora tripa, y parecía dormido, dormido como un lirón, dormido como un Monito empachado.

Así que Joan y Joss, que aparte de ser unos magníficos detectives, sabían de pócimas y pociones y medicinas, sacaron de sus pequeñas mochilas un botecito con un líquido de color verde y lo acercaron a los labios de Monito, explicando a Niña Gigante que ese líquido aliviaría el dolor de tripas que seguramente tendría Monito al despertar, y que además le ayudaría a despertar.

- Muchas, muchas, muchísimas gracias a los dos, muchísimas gracias, no sabéis cómo lo agradezco, Monito es mi amiguito del alma, mi otra mitad y estaba muy muy preocupada por él, muy preocupada, y miradlo, despertándose casi sin poder hablar de lo empachado de plátanos que está. 

- No te preocupes Niña Gigante, ha sido un placer ayudarte, además, nos has pagado de sobra con tanto tarro de miel.

Joan y Joss se despidieron de ambos, bueno, de Niña Gigante, porque Monito estaba demasiado empachado para hablar y sólo podía mirar con cara de circunstancias a su amiguita, como pidiendo perdón, mientras los gnomos y Niña Gigante tenían que hacer esfuerzos para aguantarse la risa.

Dedicado a esa pareja loca que nos hizo un regalo tan especial, mil gracias!!!